Chapter 42

Capítulo 42
After leaving the A rank party, I aim for the deep part of the labyrinth with my former students.
Aelika
6–7 minutos

—Encontré las escaleras. (Nene)

Me sentí aliviado al escuchar las palabras de Nene cuando regresó.
Habíamos estado tomando descansos cortos después de cada batalla, pero ya era hora de hacer un descanso largo... y una estadía prolongada.
Aunque habíamos avanzado bastante, aún necesitábamos revisar nuestro plan de ataque, y ya era hora de dormir un poco.

—Bien, acamparemos en la zona de las escaleras. (Yuki)

—¿No hay prisa? (Marina)

—Es mejor la fiabilidad que la velocidad. Marina, ¿recuerdas cuántas veces peleamos hoy? (Yuki)

—Eh… ¿seis? (Marina)

Muy bien, lo recordó correctamente.
Eso prueba que tiene buena memoria.

—Sí, seis veces. Y el número de monstruos demoníacos que enfrentamos fue 17. (Yuki)

—Eso es un montón de monstruos. Puede que hayamos roto el récord. (Marina)

—Así es. Pero aún nos queda mucho por delante. Tenemos que descansar bien aquí. (Yuki)

—Sí. Si me preguntas, yo también estoy un poco cansada. (Marina)

También ella pasó por varias transformaciones con su espada mágica.
Había mejorado mucho en el control de la espada, pero debía estar agotada.

—Vamos entonces. Nene, ¿nos guías? (Yuki)

—Por aquí. No vi ningún demonio, pero es un poco largo el camino. (Nene)

Seguimos a Nene durante media hora.
Caminé mucho, como me dijo, pero me sentía un poco más ligero.
No conocía el tamaño total del laberinto. Me sentí algo mejor cuando encontramos las escaleras.

—¿Descansamos aquí? (Nene)

—Más que descansar, acamparemos. Ahora que lo pienso, nunca he llevado a Nibelung a una salida de campamento. (Yuki)

Asentí hacia Nibelung, quien ladeó la cabeza, y la levanté en brazos.
Ya le había ofrecido algunas lecciones para que aprendiera, pero no había planeado llevarla conmigo, así que esta era su primera vez en un campamento real.

—Este es un calabozo laberinto. La zona de las escaleras es un buen lugar para descansar y acampar, donde los monstruos demoníacos no invaden. (Yuki)

—... Así que aquí es donde está el límite dimensional. (Nibelung)

Nibelung miró fijamente el descenso de las escaleras y murmuró “límite dimensional”.

—¿Límite dimensional? (Yuki)

—Parece que hay otro mundo desde aquí. El lado del laberinto tiene una presencia clara, mientras que el lado de las escaleras es algo vago. Creo que debe haber una diferencia en las reglas de formación. (Nibelung)

—Ya veo... (Yuki)

Los sentidos de Nibelung son agudos, quizás por ser una “sacerdotisa dorada”.
Si ella lo dice, entonces así debe ser.

—No sabemos cómo se siente esto. Si notas algo, avísame en el camino. (Yuki)

—Sí, está bien. (Nibelung)

Nibelung asintió. La dejé en el suelo del área de descanso y comencé a preparar el campamento con mis compañeros.
Nibelung también parecía estar buscando algo en lo que pudiera ayudar.

—Hemos llegado al área de las escaleras. Ahora iniciaremos nuestro descanso prolongado y estadía larga, incluyendo sueño. Cortando la transmisión. (Yuki)

Incliné la cabeza ligeramente hacia la lente cristalina y detuve por un momento a “Gopro-kun G”.
En ese momento, alguien me abrazó por detrás.

—¿Gopro-kun, lo cortaste? (Marina)

—¿Hm? No podemos limpiarnos el cuerpo si sigue encendido, ¿verdad?
—Oh, no. Solo pensaba que era una lástima que Gopro-kun no pudiera transmitir las comidas del laberinto.
Marina, que ya se había quitado la parte superior de su armadura y vestía solo un top tipo tubo, sonrió brillantemente.
Me alegra haber podido cortar la “transmisión” antes de que vieran eso.
Sin embargo, agradezco que Marina siempre vaya a su propio ritmo, así...
Incluso en situaciones así, ella siempre es la misma.

—Solo lo usaré cuando comamos. Pero más importante, ¿tienes alguna molestia o dolor? (Yuki)

—No, estoy bien. ¡Estoy mejorando en protegerme! (Marina)

Marina se ríe, pero por si acaso, reviso si tiene rasguños o moretones.
La armadura "Arcees" que Marina usa está reforzada con tecnología de Salmutaria, pero aun así, no es invulnerable si recibe un golpe directo.

—Yuki también se limpiará el cuerpo, ¿cierto? (Marina)

—Seré el último. Tengo que preparar la comida. (Yuki)

—¿En serio? ¡Iba a limpiarte la espalda! (Marina)

La miré y vi que sostenía dos toallas húmedas en las manos.
No era una broma, lo decía en serio.

—Puedo hacerlo yo mismo. Marina necesita descansar primero. (Yuki)

—Mmmm... Sí, pero ¡también quiero acurrucarme con Yuki! (Marina)

Las mejillas de Marina se inflaron.

—¿Ah, coqueteo...? (Yuki)

—No es eso, solo quiero hablar más con Yuki y estar cerca de él. Porque no sabes qué pueda pasar, ¿verdad...? (Marina)

Los ojos de Marina se bajaron, y me sorprendí.
Es fuerte. Ha desarrollado su talento y superado dificultades.
Pero incluso Marina sigue siendo una chica joven y tierna.
He estado dependiendo demasiado de su alegre desinhibición.
Como líder, como soporte, y como hombre, debía darme cuenta de eso.

—Lo siento, Marina. (Yuki)

—Yo también lo siento... ¿te pedí demasiado?, ¿fui egoísta? (Marina)

—No. Perdón por hacerte sentir incómoda. (Yuki)

La abracé, tal como ella solía hacerlo conmigo con sus abrazos sorpresa.
Sabía que tenía que hacerlo.

—¡Aún no me he limpiado el cuerpo! ¡Podría oler a sudor...! (Marina)

—Me gusta cómo huele Marina. Es mi aroma favorito. (Yuki)

—Uwaaa... okay. (Marina)

Acaricié la cabeza de Marina, avergonzada, mientras la abrazaba.

—Me da cosquillas. Pero creo que me gusta cuando haces esto. (Marina)

—Pero Marina siempre me abraza. (Yuki)

—Porque el contacto piel con piel nos hace sentir más cercanos, ¿no? (Marina)

También lo creo.
Quiero abrazar más a Marina.
Pero el tiempo corre.

—Marina, no avergüences a Yuki-san. (Silk)

—Jejeje, me atraparon. (Marina)

La sublíder, siempre estricta con la gestión de tareas, vino a recoger a Marina.

—Ella me trajo una toalla. (Yuki)

—¿Entonces por qué el abrazo? (Silk)

—¡Voy a abrazar a Silk también! (Marina)

Marina se separó de mí y abrazó a Silk.
Debía estar avergonzada.
Guardé el calor persistente de ese abrazo en mi corazón mientras observaba a Marina, con un leve rubor carmesí en las mejillas.
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