Chapter 8
Capítulo 8
After leaving the A rank party, I aim for the deep part of the labyrinth with my former students.
Aelika
(5–7 minutos de lectura)
(Desde la perspectiva de “Knight” Simon, el líder del grupo "Thunder Pike")
... En cualquier caso, la situación no pinta bien.
¿Será por los nuevos miembros que se unieron temporalmente?
Quizás deberíamos haber entrenado juntos un poco más antes de salir.
—¡Barry! ¡Vienen refuerzos del Pasaje Oeste, monstruos demoníacos! ¡¡Por favor!!
—¡No digas tonterías! ¡¡Ya tenemos las manos llenas!!
No tiene sentido, no vamos a resistir contra los monstruos demoníacos a este ritmo.
Nos van a arrasar.
—¡Novato Cork! ¡¡Deténlos!!
—¡No hay forma de que pueda hacer eso!
Ese nuevo miembro es un “Ranger/Ladrón” de rango B.
No debería ser tan inútil…
No. ... Pero incluso así, los demonios están demasiado fuertes hoy. No tiene sentido.
He explorado este laberinto de las ruinas del castillo del Rey Aurias muchas veces.
El punto más profundo al que hemos llegado es el nivel 17.
Pero por alguna razón, hoy estamos atrapados en el cuarto nivel y no podemos avanzar.
—¡Algo está mal! ¡¡Los monstruos demoníacos son demasiado fuertes!!
Es como si estuvieran poseídos.
Pero claramente su fuerza es distinta a la de antes. Son más rápidos, más duros, más letales.
—¿Qué está pasando? ¿Los demonios están volviéndose más fuertes que antes?
—¿De qué hablas...? ¿Por qué decidiste adentrarte aquí con esa habilidad tan mediocre…?
El novato, Cork, tenía una expresión extraña.
—No sé qué decir...
Uno de los Crocodile-headed Direwolves rompió la primera línea de defensa y mordió a Jamie.
¡¿Qué demonios?! ¡Lo atravesó como si nada!
—¡¡Maldición!! ¡¡Jamie!!
Quería ir a ayudarlo, pero tenía a tres de esas bestias enfrente.
Si les doy la espalda, me despedazan en un instante.
Pero tengo que hacer algo... Jamie ya está cojeando por cómo lo zarandean mientras lo muerden.
—¡Camilla, usa magia de curación!
—¡Ya no me queda maná!
¡Eso es absurdo!
¡Ni siquiera llevamos tanto tiempo dentro!
¡Normalmente ya estaríamos llegando al quinto piso con tiempo de sobra!
¿Por qué?
¿Qué ha cambiado?
—¡¡Maldita sea!!
Aprovechando un descuido, golpeé a uno de los Crocodile Wolves por la espalda.
—¡Cork, cúbreme!
—¡¡Lo intento!!
Solté a Jamie y me lancé contra el Crocodile Wolf que iba a atacar a Camilla, nuestra monja.
Puse todo en ese golpe.
(¡Lo maté!)
O eso creí… pero el corte no fue suficiente para matarlo.
Sin embargo, logré ahuyentar a esa bestia de la retaguardia.
Es ahora o nunca.
—¡¡Retirada!!
Levanté a Jamie, que aún respiraba, y corrí hacia las escaleras.
—¡Cork, ve al frente! ¡Usa tus flechas para ralentizarlos!
—¡Estás loco! ¡Eso es suicida!
Ignorando la orden, Cork corrió a mi lado.
Detrás, Barry y Camilla eran perseguidos por los Crocodile Wolves.
Al final, llegamos al área de las escaleras y por fin pude respirar.
—¿Jamie? ¿Estás bien...?
Lo acosté en el suelo; respiraba con dificultad, pálido como un cadáver.
—Camilla, ¿puedes usar magia curativa?
—Meditaré para recuperar algo de maná. Denme un momento.
—¿Dónde están las pociones de maná?
—No tengo.
Lo sabía... algo andaba mal desde el inicio.
—Gahh... huuff... huff...
Jamie estaba jadeando como si su corazón fuera a detenerse.
—¡Una poción curativa! ¿¡Alguien tiene una!?
—Yo no. Eso es trabajo de la cocinera.
—¡¡Cork!! ¿¡Tienes una!?
Ante mi pregunta, el cazador sacó a regañadientes una botellita.
—Gracias. Dámela.
—¿Sabes qué? Esta medicina la pagué yo, es mía. No tengo por qué dártela.
—¿¡De qué estás hablando!? ¡¡Mi amigo se está muriendo aquí!!
—¿Y qué? Tú fuiste el que dijo que cada quien debía costear sus propios suministros cuando me uní, ¿recuerdas? No me vengas ahora con exigencias.
—¡Maldito seas...!
Aun así, tomé la poción a la fuerza y se la di a Jamie.
Después, solo quedaba rezar.
Unas horas después.
Cuando finalmente logramos salvar a Jamie y regresamos a Finis, el sol ya se había puesto.
Era la primera vez desde que se formó Thunder Pike que nos ocurría algo así.
Y todo fue por culpa del egoísmo y falta de compromiso de ese nuevo miembro.
Como líder, tenía que dejar las cosas claras.
—Cork, tu actitud no es digna de un compañero.
—Sí, y yo tampoco los quiero aquí. Pensé que los Thunder Pikes eran buenos, pero resulta que ni siquiera pueden medir sus propias capacidades.
No puedo negar que esas palabras me hirieron.
Pero como líder, debía tragarme el orgullo.
—Si deseas seguir trabajando con nosotros, deberías pensar antes de hablar así.
"......"
Después de una pausa, Cork gritó:
—¡¡No puedo con esto!! ¡¡Me largo!!
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